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Me alimentan los signos de su ofrenda de fuego,
la orgía que confirma un conjuro de aguas;
el convincente seno de su verbo,
la ignota ceremonia de su vientre.
Me alimentan los fluidos que disuelven
los desecados vientos de la noche,
la fórmula secreta de su pubis.
Imagen El origen del mundo, Gustave Courbet, 1886.
atronador, llena de deseos sexuales a todo lector , y una descripción que no deja indiferente, pocas líneas que llevan un mensaje de orgía y carne, me ha encantado,
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